sábado, 21 de mayo de 2011

El "vecino": la nueva categoría estrella del firmamento electoral



¿Quién es “el vecino”? ¿A quién le habla un candidato cuando le habla a “los vecinos”? ¿Por qué hablarle al vecino y no al ciudadano? (obviamente entendido de forma amplia como sujeto de derechos) ¿Qué funcionalidad hay detrás de esta operación?

La utilización de una categoría no es azarosa y, mucho menos, inocua. Cuando nombramos algo lo unimos y lo emparentamos a una serie de conceptos, horizontes y redes de sentidos con contenidos específicos. Así, al nombrar, recortamos un campo de discusión. Condicionamos aquello que se nombra de forma inevitable, aunque –generalmente- de forma inadvertida. Aquí es donde radica la intrínseca reyerta que se cierne sobre toda palabra: una disputa discursiva que expresa y pone en juego redes y relaciones de poder, tal como nos demostrara Michel Foucault (¿Acaso es lo mismo hablar de matrimonio igualitario que de matrimonio homosexual?1).

Ahora bien, en estos tiempos donde pocos reniegan de que la “venta” de un candidato poco difiera de una publicidad de shampoo, galletitas o un seguro de vida; donde una linda cara, una figura decontracté (si es sin bigote y sin corbata, mejor.., ni que hablar con algún tatuaje de por medio, insuperable), de instantáneas de sonrisas programadas y núcleo familiar feliz, forman parte de un arsenal de métodos, estrategias, modalidades, ardides en pos de -entre otras cosas- generar “cercanía” con el “elector”, surge (en realidad re-surge dada su vieja centralidad entre 1790 y 1830) una nueva categoría que llena los discursos y slogans de los candidatos a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el vecino2.

Como estratagema de marketing se utiliza la categoría “vecino” en pos de generar cercanía. La “vecindad” es una categoría que elude cualquier tipo de distinción, es inespecífica, somos uno: vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Asimismo, se presume que con la utilización de dicha categoría el candidato se encuentra más cerca de los problemas (¿Acaso los problemas de los vecinos exceden o son distintos a los del ciudadano de Buenos Aires?).

Este cúmulo de ardides y artilugios observados remite a adscripciones que –desde un Aristóteles que se está revolcando en su tumba- son pre políticas (la discusión sobre otra categoría pre-política como la de Usuario quedará para más adelante). La vecindad –desde su latín vicinus- remite a lo espacial, lo territorial. En una palabra: al habitar. Si compartimos una visión crítica de esta estratagema, pensaremos que la entronización del vocablo vecino produce el menoscabo y desplazamiento de la categoría política del ciudadano.

No cabe la menor duda que las preocupaciones de los “vecinos”, “usuarios”, “consumidores”, forman parte de las preocupaciones del ciudadano. Sin embargo, cuando la lucha por la vigencia, reclamo o reconocimiento por un derecho se hace en nombre de una vecindad o del status de consumidor ¿No se está omitiendo hacerlo como ciudadano, como sujeto de derechos? ¿O acaso habrá que buscar la carta de derechos en otro sitio que no sea la Constitución Nacional?

Por último: si es válida la utilización de la categoría vecino, ¿Es correcto pensar que gobernar es lo mismo que administrar un consorcio? 
[I.M]

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NOTAS:

1 Véase el excelente artículo de Roberto Samar: http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-167509-2011-05-04.html y en este blog: “Monarquía y homofobia”.

2 Anticipándome a la ira segura de los posmodernos, de los profetas de las asambleas barriales y demás “nuevas formas de hacer política” (de nutrida presencia dentro del zoológico de las Ciencias Sociales actual), esta crítica no se orienta a la propia adscripción que las propias personas realizan (“me considero vecino de Lugano y participo en tanto tal…”), sino a la utilización de este vocablo por parte de los candidatos a Jefes de Gobierno que los interpelan.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo dicho respecto al uso de "vecino" desde los que organizan las campañas políticas.
Pero se me ocurre otra vuelta de tuerca para el asunto, desde el punto de vista de la ciudadanía, esa que en a partir de las asambleas de autocombocados, rechazaba "lo político", si hay una negación de la política formal, me parece lógico que entre en la misma bolsa la categoría de ciudadano, eligiendo el mas cómodo "vecino", que le resta el componente malicioso que "la gente" ve en la politca partidaria-institucional.
Si bien al hacer esto se da una forma de desigualación, ya no somos ciudadanos como todos, sino vecinos del lugar donde vivimos, se convierte también esta categoría en algo político, en la organización para obtener determinados objetivos, desde la repación de una calle, pero también sacar antenas de telefonía contaminantes, basurales, etc.
Mi comentario surge de que a todos nos da bronca acercarse a un grupo de "asambleas de vecinos" y nos tiren "acá no se hace política" entre otros comentarios clasemedieros, pero a la vez estos "vecinos" hacen mas por resistir la opresión que muchos "ciudadanos politicamente activos"
saludos! GUIDO

Anónimo dijo...

jaja no había leido la advertencia 2, muy buena percecipción de lo que iba a suceder!
Aclaro que no soy un profeta de las asambleas barriales, pero en algunos casos se pueden encontrar muy buenos compañeros!
saludos! GUIDO2

12 Docentes dijo...

Lean el art. 42 de la CN. Ahí se consagra una figura distinta al del ciudadano/na como sujeto de derechos. Y comienza otra discusión: ciudadano supone a las demas? ¿las demás implican ciudadanía? ¿Cómo opera la escisión? En cuanto a las asambleas, particularmente las de 2001, fueron más el espanto y la desesperación que otra cosa. Nunca me comí esa. Claro que mucho menos me gustó Duhalde... Creo en la militancia de superficie (la unica eficaz) la que se vincula. Pero que conduce a grandes organizaciones del campo popular, no a sectas tan "verdaderas" como inofensivas.
Si hay algo que requiera organización, puede que a priori opere la "vecindad", pero el derecho a tener derechos y su ejercicio es parte de un lazo político entre muchos (ciudadania) no a un vinculo privado (persona que vive cerca). Cuando es necesario organizar colectivamente, hay política. La vecindad puede ser requisito o no. Vecindad solamente me parece pre-político, como sostiene Ignacio en su nota.
[JMG]

Lai dijo...

Me parece que la categoría de vecino no es para quitar derechos al ciudadano, sino para agregar virtudes al candidato. Es decir, nadie dudaria en quejarse si un señor extranjero viniera a querer ser candidato, sin ningun tipo de legitimidad o apoyo para hacerlo. La lejania que producen hombres como Macri, De Narvaez, en partes de la sociedad es insalvable. Cuando aparece la categoria de vecino, se homogeiniza lo heterogeneo... Un ciudadano de Barrio Norte es un ciudadano en pleno ejercicio del derecho, seguramente uno de Lugano no, ya que es probable que gran parte de sus derechos no se cumplan, como ser vivienda, alimentacion, salud, educacion. Cuando un candidato se dirige a los vecinos, se dirige como vecino, lo que hace que haya un acercamiento entre el candidato, y las necesidades puntuales de cada lugar, sin importar cual sea el reclamo. La figura de ciudadano implica muchas cosas resueltas, la de vecino no.
No existe un ciudadano que no tenga acceso a la educacion publica, un vecino si.
No se si quedo muy claro lo que quise decir, pero vecinos de hecho, somos todos, ciudadanos en el sentido completo de la palabra no. Y que mejor para diferenciar las necesidades de los "vecinos" que empezar por hacer la diferencia...

lai dijo...

sono a contradiccion mi comentario, se hace una homogeneizacion, para luego separar los reclamos...
Son todos vecinos, para producir cercania con el candidato, pero dps las necesidades y las urgencias de cada uno son otras

Edu dijo...

Pero ojo que el uso de la palabra vecino no es exclusivo de Macri y De Narvaez. Creo que hoy en dia todas las plataformas politicas usan esta expresion en mayor o menor medida, pero la usan, incluyendo a Filmus.
Igual no se si merece tanto analisis el uso de la palabra, pero bue, siempre es bueno leer cosas distintas.

Lai dijo...

NO DIJE QUE SE USO EXCLUSIVO, LOS PUSE COMO LOS EJEMPLOS QUE EN MI OPINION SON EXTREMOS POR EL NIVEL SOCIO-ECONOMICO DE ORIGEN...

SI DE NARVAEZ TIENE COMO SPOT "SOY UN TIPO COMUN" ES PORQ ES ALGO QUE TIENE Q REMARCAR

SOY PESIMA HACIENDOME ENTENDER

Mariela dijo...

Coincido con las apreciaciones del artículo. Estoy convencida de que las estratagemas empleadas por los políticos (no sólo por los nombrados en el mismo artículo o en los comentarios) hacen cada vez más evidente el agotamiento de recursos para "hacerse del lado d los ciudadanos" (ciudadanos como sujetos de derechos y obligaciones).Si hasta hace poco tiempo atrás sólo algunos contaban /contábamos con las competencias como pra evidenciar estas mediocres estratégias políticas y nos preguntábamos "¿cómo puede ser que la gente, mis vecinos, mi vieja, mi suegra, etc, se crean esto?" hoy me parece que todo es tan evidentemente mal armado e intencionado que nadie (o muy pocos) compran el pescado podrido de un discurso sin sustento.Estemos alertas!!!porqu la última palabra siempre la tiene "el ciudadano" cuando "ejerce su derecho" al voto.
Y si: a muchos les vendría muy bien que la ciudadanía fuera una vecindad para administrarla como si fuera un consorcio poruqe sus competencias no dan para más.