lunes, 29 de junio de 2009

Honduras



Honduras es el nuevo experimento de los otrora golpes de estado que se disimulan en el siglo XXI como sucesiones forzozas (sic)(*1). Carlitos Schmitt diría que estamos frente a un estado de excepción: está en juego quién decide sobre él, le pone término y se constituye como soberano. El presidente constitucional Manuel Zelaya o quien ocupa hoy su lugar, a mi juicio, de manera completamente violenta, ilegítima e inconstitucional, Roberto Micheletti.

Zelaya fue secuestrado por militares, en horas de la noche y en su domicilio, subido a un avión y exiliado a Costa Rica. La Corte Suprema de Justicia y el Parlamento avalaron el golpe y entronizaron en el cargo a un usurpador. Zelaya, desde el exterior, negó toda renuncia, pronunció un discurso en la OEA y concita un apoyo generalizado de los presidentes de la región, que esta vez incluye al Estados Unidos de Obama.

Hay algunas cuestiones que nos remiten a la teoría de Maquiavelo y que vale la pena destacar. Zelaya proviene socialmente del grupo de los grandi. Era empresario y se esperaba que gobierne en consecuencia. Pero una vez en el poder se autonomizó de su grupo de origen y llevó adelante medidas igualitaristas y compatibles con un modelo de democracia participativa. Eso le valió un creciente apoyo de sectores populares pero un castigo de su partido y de todo el aparato estatal que se sostiene en los poderes sociales más concentrados(*2)

Antes de su caída, Zelaya había impulsado una ley de transparencia, una ley de participación (consulta popular) y había sido categórico en su referencia a quienes luego lo derrocarían:

  • Se oponen a estas medidas "los grupos que se sienten con el poder de disponer sobre nuestras vidas...""La Corte de Justicia, que no le hace justicia sino a los ricos, a los banqueros y a los poderosos de nuestro país, -y que solamente problemas a la democracia hondureña ha causado".
  • "Los grupos fácticos de poder [qué son los grandi sino ésto] están manipulando jueces y congreso e influyendo sobre los militares y son los que estan amenazando el estado de derecho enHonduras. Con el inestimable apoyo de una oligarquía mediática y económica quieren volver al pasado, contra el pueblo, y al tiempo de los desaparecidos, de la dictadura."
La Argentina (y la OEA) tienen a un hombre ideal para el caso. Fue clave en una situación relativamente similar en Haití. ¡Marche una Capureta democratizadora para Honduras!

*1 Buen post de Gustavo Arballo en Saberderecho. Y otro que allí se recomienda, acá.

*2 Los sectores de actividades agropecuarias, la minería y el sistema financiero (cada una de las cuales representa el 14% del PBI) son las tres de mayor peso en el país.

NOTA: ¿Por qué razón ninguna de las empresas de cable que operan en la Argentina transmiten en su programación la señal de Telesur y a qué se debe la inacción del COMFER y el gobierno nacional?

NOTA 2 (3/7/09):
Telesur está transmitiendo en vivo y desde Honduras prácticamente durante el día entero. Hay un nivel de movilización popular creciente en apoyo al presidente derrocado. Es un proceso para no perderse. Cambió la forma de los golpes, no el fondo; pero también se registra un cambio en la reacción del pueblo, que no se repliega y resiste; la presión internacional contra quienes usurpan cargos públicos y reprimen desde el aparato del estado también implica un avance en comparación con la experiencia histórica latinoamericana.

2 comentarios:

Federico dijo...

Increíble la cobertura que hizo CNN en Español.
Abundaron en la pantalla las frases "Nuevo Gobierno" y "Sucesión forzada".
Hoy estaban los grandi muy contentos en una manifestación en apoyo a su gobierno de facto, pero para la CNN se trataba de "el Pueblo apoyando al nuevo gobierno".

Lo "mejor" de todo, por la desprolijidad y alevosía, fue cuando estaban televisando la reunión del Grupo de Río. Justo en el momento en el que se le cedía la palabra al presidente de Cuba Raul Castro, súbitamente cortaron la transmisión, volvieron al estudio para ir a un "corte publicitario". El corte duró unos 30 segundos y cuando volvieron, en lugar de continuar con lo que estban, fueron a una nota con Obama y nunca volvieron al evento.

12 Docentes dijo...

Hay un libro escrito por tres catalanes después de la Guerra del Golfo (1991, father Bush). Se llama "Las mentiras de una guerra". En socio y en OP debería ser biblio obligatoria. Desnuda la construcción mediática de CNN con su cronista estrella: Peter Arnet. Una verguenza. Parece que empezada la guerra, él y los tres catalanes quedaron "del lado de adentro". Arnet nunca les prestó los equipos para transmitir. Esa es la más leve.
¡Renuncie, montonero Arnet! Re-nun-cie!